
Si hay un sueño peligroso es el de aquellos que añoran volver a tener instituciones militares en un país que por 60 años le ha dado un ejemplo al mundo al no tener ejército, que en nuestros países tercermundistas solo sirven para la represión y la deposición antojadiza de gobiernos e imponer la fuerza (¿Honduras alguien?), y ni que se diga de dilapidar los escasos recursos con que se cuentan en armas y jeraquías parásitas (como si no nos sobraran!) que en poco contribuyen a mantener y fortalecer la democracia y que por el contrario se deben destinar al bienestar general que prevengan males antes de que sea demasiado tarde y la fuerza bruta parezca ser la única salida.
Si bien es cierto la delincuencia nos azota como nunca y el narcotráfico lo tenemos hasta debajo de las sábanas, formar un ejército para combatir estos males me parece la más inverosímil de las soluciones, especialmente si vemos el fracaso que en otros países han tenido las políticas de "super mano dura" (El Salvador) y las intervenciones de las fuerzas militares.
¡El 1 de diciembre debería ser el día mas celebrado en Costa Rica! El día en que se tuvo la visión de eliminar a una institución inútil, parásita y añeja como lo es el ejército. Que nunca más vuelvan a marchar soldados por las calles de Costa Rica, ¡NUNCA!