viernes, 13 de agosto de 2010

Oligopolio de los milagros

Piénsese en las siguientes situaciones: un canal de televisión nos muestra a un talentoso y muy bien vestido orador, que promete la liberación de las preocupaciones financieras, a cambio de que el televidente haga una donación que simbolice su fe en un poder superior capaz de sacarlo de sus apuros. No le faltan colegas que a su vez, ofrezcan, por una módica suma, aceites, rosas o reliquias "sagradas" cuya posesión garantiza la retribución, con creces, de la inversión.

Por otra parte, al acercarse una fecha particular, digamos, inicios de agosto, por poner un ejemplo, muchos medios de comunicación realizan reportajes especiales, con abundantes y emotivos testimonios, de favores concedidos a las personas que caminen hacia una antigua y hermosa ciudad del país, en donde hace varios siglos fue encontrada (o colocada, dicen algunos malpensados) una figura de piedra esculpida con forma de mujer. De pura casualidad, la figura de piedra es un símbolo importante para una institución que hace las veces de consejera del gobierno y como no, guía de la moral y buenas costumbres, para lo cual, es justo y necesario concederle algunos beneficios.

Finalmente, pensemos en un pequeño local en alguno de los feos edificios de una ciudad capital, en cuyo mal decorado interior da "consulta" un autoproclamado "experto", que probablemente proviene de algún país famoso por poseer una rica tradición cultural, y que está dispuesto a compartir su experiencia y conocimientos en la solución de conflictos amorosos, laborales o económicos, a cambio de un pago.

Si el lector vive en Costa Rica, es muy probable que reconozca, y que incluso haya sido participe de alguna situación similar a las descritas antes. Las tres tienen semejanzas evidentes, por ejemplo, en todas se hace la promesa de que, por medios mágicos (esto es, ajenos a explicaciones racionales o científicas) se cubrirán distintas necesidades, eso sí, a cambio de algo. Ese algo muchas veces es el dinero, a veces pagado en efectivo directamente por el beneficiado, otras, de forma "solidaria" por la colectividad en forma de partidas presupuestarias del Estado, exenciones fiscales y hasta con cuotas de poder.

Recientemente, el OIJ hizo un llamado a regular, limitar y hasta castigar uno de estos tipos de actividad (queda como ejercicio para el lector determinar cuál) por presuntas estafas y múltiples denuncias. Eso me hizo preguntarme si con esta medida no se estaría creando una especie de oligopolio de los milagros, en donde el mercado (que existe y no es pequeño) estaría repartido entre unas cuantas entidades autorizadas para realizarlos.

¿Cómo sería el proceso de acreditación y certificación? Este punto es simple, pues parece que la evidencia anecdótica es suficiente. ¿Cuáles serían algunos requisitos de operación? A juzgar por las características de perseguidos y tolerados, pareciera que el tener representación en la Asamblea Legislativa, el gozar de oficialidad constitucional, y el contar, desde luego, con un gran número de seguidores, son requisitos indispensables. Para los demás, aunque el producto que ofrezcan sea casi indistinguible y su efectividad casi la misma, solo queda la clandestinidad.

(*)Publicado en La Prensa Libre
(**)Imagen tomada de: http://www.imaginaria.com.ar/16/7/tome.htm

miércoles, 11 de agosto de 2010

Conversando sobre la presencia militar en Costa Rica

Ayer tuve la oportunidad de participar en el programa Miradas Políticas del Canal 15, conducido por Marta Solano, junto a Eva Carazo. El tema fue el de la presencia militar en Costa Rica. Vuelvo a expresar que me siento alarmado por como la gente esta creyéndose tan fácil el cuento de que militarizar la lucha contra el narco es la solución, cuando la experiencia de otros países es clara.

Aqui los videos del programa:







¡El tiro por la culata!

El tiro por la culata, fue lo que le salió al infame "Observatorio Ciudadano por la familia y la vida" con su intención de prostituir la democracia de nuestro país y querer llevar a referendo, un asunto de derechos civiles de una minoría. Digo esto por que, queriendo enterrar el proyecto de ley para crear una figura jurídica que ampare a las uniones entre personas del mismo sexo, levantaron la discusión a nivel nacional, mostrando el rechazo de muchos sectores: universidades, instituciones, partidos politicos, personajes nacionales, y se dió una visibilización del tema y la realidad vivida por estas parejas, como nunca se había visto en este país.

La Sala IV fue sabia:

"Las personas que tienen relaciones con una pareja del mismo sexo son un grupo en desventaja y objeto de discriminación que precisa del apoyo de los poderes públicos para el reconocimiento de sus derechos constitucionales"

"En cuanto al fondo, la mayoría consideró que los derechos de las minorías que surgen de reivindicaciones contra-mayoritarias no pueden ser sometidos a un proceso de referendo donde se imponen las mayorías."

En ese último punto es en el que he insistido durante estos 2 años de angustia desde que se empezó la locura del referendo, que hoy por fin, vemos que termina para continuar donde debe: en la Asamblea Legislativa (donde no le sobraran enemigos al proyecto). Hacer esto era el equivalente a decidir, por referendo, si se abolia la esclavitud o si se le permit¡a votar a las mujeres, en épocas en que estos sectores estaban bajo el yugo de una mayoría aplastante y hostil. Queda así cerrado ese portillo que había quedado abierto con la ley del referendo.

El TSE en este punto me parece que fue irresponsable. Se notó en todo momento urgencia para realizar este referendo sin considerar la humillación a la que iba a ser sometida la minoría gay con una derrota aplastante en un país plagado de prejuicios y desinformación. Y todo para atraer votantes a las elecciones municipales, sin pensar en las consecuencias humanas.

Recuérdese quienes se prestaron para esto, quienes salieron a recolectar firmas, quienes desde los púlpitos incitaron el odio hacia una minoría. ¡La historia se los cobrará!