martes, 3 de noviembre de 2009

Prohiben crucifijos en aulas de Roma. ¿Razón para celebrar?

Hoy trascendió la noticia de el fallo de una corte europea de derechos humanos, a favor de unas personas que demandaban para que se prohibieran los crucifijos en las aulas. El alegato era que la presencia de los crucifijos constituye "una violación del derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones" y "una violación de la libertad religiosa de los alumnos".

Se supone que yo como ateo/humanista secular debería de estar celebrando este histórico pronunciamiento, y sin embargo, me queda un mal sabor de boca con todo el asunto. Esto por que, sea como sea, se ha restringido una forma de expresión, un símbolo que para algunos no significa nada (o tiene connotaciones negativas), pero para muchos otros es un símbolo muy importante en sus vidas. Estas muchas personas van a tomar este hecho como una agresión contra sus más arraigadas creencias y van a reaccionar acorde.

Para mi la solución óptima no es prohibir, como parece que se hace en Francia y ahora en Italia, la manifestación pública de una creencia particular (ya sea con crucifijos, el uso voluntario del chador, estatuas, etc) si no permitir las diferentes manifestaciones bajo las mismas condiciones. Si en un aula hay un crucifijo, y hay niños de padres musulmanes que quieran colocar un símbolo de su credo, que los dejen (aunque creo que los musulmanes no son tan dados a adorar imágenes como los católicos), si hay niños de padres ateos, y quieren poner un Darwin Fish, adelante!

En el caso de los símbolos, me parece que la política debería ser de tolerancia y promoción de la convivencia de diversas formas de ver el mundo (y expresarlo por medio de símbolos). Casos como la financiación estatal me parecen diferentes, por que estamos hablando de recursos limitados y simplemente no es factible (y para mi, tampoco moral ni justo) contribuir y mantener económicamente a todos los credos por igual con dineros de todos. En ese caso, lo sensato es que los Estados se hagan a un lado y que cada credo vele por el mantenimiento de sus jerarquías y de sus lugares de culto (noten que no he dicho nada de aportes para obra social).

Lo mismo opino sobre la educación. La solución no me parece que sea no enseñar religión (me guste o no, la experiencia religiosa nos ha acompañado desde el inicio de nuestra presencia en la Tierra como seres pensantes) si no ofrecer información de las diversas experiencias, pasadas y presentes para que la persona pueda tomar una decisión informada sobre cual credo adoptar, o, no adoptar ninguno. Pero que sea en base a la libre circulación de información e ideas, no al adoctrinamiento de una única visión o peor aún, a la represión de todas.

La simple exhibición de un símbolo a mi no me ofende. Mientras nadie me ponga un arma en la cabeza y me quiera obligar a besar una imagen, yo no tengo ningún problema. Esta prohibición me parece que a la larga va a ser contraproducente para las luchas por una secularización racional que no caiga en los mismos extremos de represión e intolerancia que a lo largo de la historia han mostrado las religiones cuando han estado en el poder. Y en Costa Rica, no me cabe duda de que los detractores del proyecto de reforma constitucional a los artículos 75 y 194 van a usar esto para meter más miedo y decir que es tras de eso que estamos quienes impulsamos este proyecto.

6 comentarios:

gmmm dijo...

Yo estoy de acuerdo con la sentencia del Tribunal de DDHH de Estrasburgo, supongo que se habrá basado en la Convención sobre los derechos del niño.
Art 14 1. Los Estados Partes respetarán el derecho del niño a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.

2. Los Estados Partes respetarán los derechos y deberes de los padres y, en su caso, de los representantes legales, de guiar al niño en el ejercicio de su derecho de modo conforme a la evolución de sus facultades.

Mas allá de las consideraciones jurídicas, no veo factible una acumulación de simbolos religiosos en un aula, mas bien creo que puede crear mucha confusión en los niños, por lo que me parece mas sano la eliminación de cualquier símbolo con connotaciones religiosas

Jeudy Blanco dijo...

Interesantisimos sus comentarios!

A mi me parece que prohibir una forma de expresión (un simbolo religioso en este caso) no le hace mucho favor a la libertad de conciencia y expresión.

Por otro lado, si, se podria salir de control un montón de simbolos diferentes, pero se me ocurren soluciones, por ejemplo, alternar y turnar por grupos.

Sobre la confusión, yo veo mas bien una oportunidad por despertar la curiosidad ante formas de pensamiento distintos que lleven a la tolerancia. En la vida real adulta, nos vemos expuestos a muchas ideas y creencias distintas, y si queremos que haya tolerancia, no podemos esperarla a partir de un aislamiento artificial en la etapa de la niñez.

Gracias por opinar :-)

paobrenes dijo...

Acumular símbolos me parece ideal, pero poco operativo. Es Italia, una mayoría católica, cualquiera que llegue a colgar sus símbolos no católicos va a entrar en situación de desigualdad profunda.

Y los ateos? qué símbolo nos identificaría?, a mí el culto a Darwin no me la hace!.

Jeudy Blanco dijo...

Lo del "Darwin Fish" fue medio parodiando. No creo realmente que mucha gente tenga un verdadero culto a Darwin. Creo que por lo general la gente atea no es de usar símbolos (aunque el del muñequillo con los brazos levantados a mi me gusta: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:HumanismSymbol.PNG)

Sobre la situación de desigualdad profunda, pues si, aunque ya existe de todas maneras. Si le prohibimos a esa mayoría católica ostentar sus símbolos van a reaccionar con violencia. En cambio, si los exponemos a diferentes puntos de vista, poco a poco van a ir abriendo sus mentes y eso conduce a la tolerancia. Prohibir me parece la intolerancia y el miedo llevados al extremo, contribuye a esa visión de que las religiones son alto tan sagrado e incuestionable que ni siquiera se puede hablar de ello en público.

Almuri dijo...

Me parece que en lugares públicos no se deberían poner símbolos de popaganda religiosa, porque son espacios de todos, y todos tenemos diferentes cosmivisiones o niguna. Es como si la Coca Cola pegara sus anuncios en las aulas, o McDonald's, es un acoso mental que no te deja en paz. Igualmente la imagen morbida de un humano sadicamente torturado y muerto así, tampoco es muy sano que digamos para la mente de un niño. Además una escuela es un espacio para aprender, no para apoyar supersticiones, ¿les enseñamos a ser supersticiosos, a imponer sus costumbres???

Anónimo dijo...

Prohibir todas las formas de expresión religiosa no es atentar contra la libertad de expresión, es alentar la racionalidad. No se puede permitir colocar símbolos de creencias estúpidas en lugares públicos, o acaso estarían de acuerdo en dejar colocar una svástica nazi solo por defender la libertad de expresión? No señor, digámoslo claramente: no se debe permitir a ningún retrasado mental exponer sus ridículos símbolos religiosos. Alegar defensa de la libertad de expresión para sostener creencias irracionales es cuando menos ridículo.