lunes, 25 de mayo de 2009

Estado e iglesia: hasta que la muerte los separe.


La del 2010 será apenas la tercera elección para presidente en la que participe, pero estoy bastante seguro que esta ha sido la primera donde temas controversiales como el aborto, uniones civiles entre personas del mismo sexo, y la posibilidad de reformar el artículo 75 de la Constitución para que Costa Rica no tenga religión oficial, se abordan de forma tan directa y frecuente en los debates de los candidatos. Eso es sin duda muy positivo. Alguien dijo una vez: "de lo que no se habla no existe" y se deben poner estos temas sobre la mesa de discusión.

Aunque hay que reconocer que hay mas apertura, y al menos se hace un reconocimiento (de palabra) de la diversidad en cuanto a formas de pensar y vivir que hay en nuestro país, me preocupa la posición de 2 de los candidatos con más posibilidad de ganar (según encuestas) : Laura Chinchilla (PLN) y Ottón Solis (PAC).

De Ottón me preocupa su idea para que el Estado destine (más) dineros para financiar a las iglesias. Esto es claramente innecesario, dado que estas gozan ya de muy buena salud financiera. y con el aporte de sus fieles deberían ser capaces de sostenerse. Por lo demás su posición en los otros temas es mas o menos abierta.

La que me tiene sudando de verdad es Laura Chinchilla, se nota que tiene una relación estrecha con la iglesia católica, primero, por apoyar abiertamente el referendo del odio que esta milenaria institución promueve y para el cual recoge firmas a las salidas de las misas. Segundo, por que cuando se le pregunta su opinión sobre la reforma al artículo 75 (que declara a la católica como religión del Estado), ella dice que de realizarse, Costa Rica debería "negociar con el Vaticano". Eso, mis estimad@s lectores, se llama firmar un concordato, y si no saben lo que es, les ofrezco el que firmó República Dominica (léalo bajo el riesgo de sufrir horribles pesadillas por semanas).



Mi pregunta es: negociar que? Que tiene que ofrecerle el Estado Vaticano a nuestro país, que esta candidata se muestra tan preocupada por tal acuerdo? Si fuera a EEUU, a Europa o a China a quien le otorgamos tantas concesiones a cambio de tan poco, se paralizaría el país en protestas y nos rasgaríamos las vestiduras en nombre de la "soberanía nacional".

La iglesia católica hace aportes al país en lo social (muchas veces con plata que el mismo Estado le da) pero esto de ninguna forma justifica el que a nivel oficial se le otorgue una autoridad mas propia del siglo XV que del XXI. Un concordato no es mas que una bofetada a la libertad de conciencia. Es cierto que no será exactamente igual al que firmó República Dominicana, pero siendo realistas no podemos esperar que varíe mucho. Si me dan a escoger entre dejar el artículo 75 queditito como está, o reformarlo y firmar una acta de rendición incondicional como esa, me quedo con lo primero y por mucho.

A mi no me molesta que un candidato manifieste cual es su creencia religiosa, como todo ciudadano tiene pleno derecho a hacerlo. Lo que me preocupa y angustia es ver que alguien que posiblemente ocupará el máximo puesto del poder democrático del país y que se supone nos representa a tod@s, no sea capaz de poner a un lado sus creencias personales y ver el panorama completo, que se muestre tan servil y tenga tan poca visión como para estar dispuesta a seguir sometiendo al país entero al dominio ideológico de una institución en particular. Una en que sus jerarcas tienen posiciones totalitarias, cerradas, y se creen únicos poseedores de una "verdad absoluta" en un mundo de libre información e intercambio constante de ideas.

Soy pesimista ante el futuro cercano. Gane quien gane, lo que me queda claro es que el matrimonio entre iglesia y Estado en Costa Rica, está aún en los años felices y le queda mucho camino por andar.

1 comentario:

Evelyn Granados dijo...

Soy católica practicante, pero estoy de acuerdo con un Estado Laico. Comparto con ustedes algunos comentarios que hice llegar a varios feligreses de mi parroquia.
Pueden verlos en
www.graneve.blogspot.com