Este domingo, el ministro de seguridad y el comisionado antidrogas, "aclararon" los alcances de la autorización de entrada de tropas estadounidenses en La Nación. Sin embargo, en mi opinión, su aclaración más bien confirma todos mis temores. Me preocupan especialmente las palabras del comisionado antidrogas:
"Boraschi recalcó que es preferible que transiten por el país soldados estadounidenses antes que sicarios o traficantes de drogas".
Queda claro que dentro de poco veremos soldados estadounidenses, uniformados, haciendo operativos en nuestras calles. Y con la claúsula de libertad de acción y movimiento que se les aprobó, podemos esperar cualquier cosa. Valga decir que sobre estas cláusulas, ni el ministro, ni el comisionado, ni la presidenta, dijeron NADA.
Esa manera casi maniqueísta de ver las cosas se me parece muchísimo al discurso del expresidente estadounidense Bush en donde pone las cosas en blanco y negro. Yo no quiero ver sicarios y traficantes de drogas en las calles de mi país (noticia: ya están ahí!), pero tampoco quiero ver soldados, y mucho menos, extranjeros. Esto no es más que la aplicación de la tan efectiva estrategia del miedo, para hacer que la población ceda ideales (como el del pacifismo y el antimilitarismo) y libertades individuales con tal de sentirse un poco protegidos.
También en su "aclaración" justifican el arribo de las decenas de naves de guerra y miles de soldados, según ellos en que estas naves estarán bajo las órdenes del servicio de guardacostas de los EEUU, pero, ¿a quien responde el servicio de guardacostas? ¿A una autoridad civil como lo estipulaba el preámbulo de la ley 7929 del acuerdo de patrullaje conjunto? O a las fuerzas armadas de ese país?
¿Pero que podemos esperar de la militarización de esta lucha? Resultados no muy diferentes a los que ya se obtienen en México y en Colombia, en donde los civiles inocentes son las mayores víctimas del fuego cruzado.
Hoy, 4 de julio, los Estados Unidos celebran su día de la independencia, mientras que nosotros vemos irse al caño el ideal de paz de don Pepe Figueres al abolir en ejército hace más de 60 años.
Insisto, ¿que seguirá después? ¿la propuesta de volver a conformar un ejército?
¡NO LO PERMITAMOS!
¿Que podemos hacer los ciudadanos para revertir esta decisión y de paso pedir que se revise este acuerdo de patrullaje conjunto que hoy se usa como excusa para abrir las puertas de la presencia militar en el país?
"Boraschi recalcó que es preferible que transiten por el país soldados estadounidenses antes que sicarios o traficantes de drogas".
Queda claro que dentro de poco veremos soldados estadounidenses, uniformados, haciendo operativos en nuestras calles. Y con la claúsula de libertad de acción y movimiento que se les aprobó, podemos esperar cualquier cosa. Valga decir que sobre estas cláusulas, ni el ministro, ni el comisionado, ni la presidenta, dijeron NADA.
Esa manera casi maniqueísta de ver las cosas se me parece muchísimo al discurso del expresidente estadounidense Bush en donde pone las cosas en blanco y negro. Yo no quiero ver sicarios y traficantes de drogas en las calles de mi país (noticia: ya están ahí!), pero tampoco quiero ver soldados, y mucho menos, extranjeros. Esto no es más que la aplicación de la tan efectiva estrategia del miedo, para hacer que la población ceda ideales (como el del pacifismo y el antimilitarismo) y libertades individuales con tal de sentirse un poco protegidos.
También en su "aclaración" justifican el arribo de las decenas de naves de guerra y miles de soldados, según ellos en que estas naves estarán bajo las órdenes del servicio de guardacostas de los EEUU, pero, ¿a quien responde el servicio de guardacostas? ¿A una autoridad civil como lo estipulaba el preámbulo de la ley 7929 del acuerdo de patrullaje conjunto? O a las fuerzas armadas de ese país?
¿Pero que podemos esperar de la militarización de esta lucha? Resultados no muy diferentes a los que ya se obtienen en México y en Colombia, en donde los civiles inocentes son las mayores víctimas del fuego cruzado.
Hoy, 4 de julio, los Estados Unidos celebran su día de la independencia, mientras que nosotros vemos irse al caño el ideal de paz de don Pepe Figueres al abolir en ejército hace más de 60 años.
Insisto, ¿que seguirá después? ¿la propuesta de volver a conformar un ejército?
¡NO LO PERMITAMOS!
¿Que podemos hacer los ciudadanos para revertir esta decisión y de paso pedir que se revise este acuerdo de patrullaje conjunto que hoy se usa como excusa para abrir las puertas de la presencia militar en el país?
- Presentemos recursos de amparo. Esta aprobación no solo viola uno de los ideales más importantes de la sociedad costarricense: el antimilitarismo, sino que las cláusulas otorgadas violan nuestra Constitución al eximir de responsabilidad ante nuestros tribunales a los militares estadounidenses que cometan faltas, como ya lo han hecho en repetidas ocasiones en otros paises. Este es el texto de mi recurso de amparo presentado el viernes anterior, por si les sirve de algo. El procedimiento es muy sencillo: lleven su documento (y una copia), firmado, con sus argumentos a la Sala Constitucional, en el edificio principal de los tribunales de Justicia en San José centro y preséntenlo. El trámite no les lleva más de 10 minutos.
- Es necesario presentar acciones de inconstitucionalidad, que quizás sean más efectivas que los recursos de amparo. Argumentos sobran, pero el trámite lleva mas formalismos y requiere ser certificado y elaborado por un abogado con conomiento en la materia
- Recolectemos firmas. Propongo que se imprima este formulario con una petición a presentar en la Asamblea legislativa, para que se revierta esta decisión. Solo en el grupo de facebook que se abrió para oponerse a esto somos más de 7 mil personas! Si cada uno consiguiera 10 firmas, sería MUY significativo.
- También anda circulando una petición para firmar electrónicamente, que también puede presentarse a los diputados. Firmarla no cuesta más que 3 minutos de su tiempo.
- Presentemos denuncias ante la Defensoria de los Habitantes. Esto puede hacerse de manera electrónica mediante este formulario.
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